La innovación empresarial como pilar para la recuperación y el desarrollo económico
- Iberoamérica comienza a ser cada vez más reconocida por el talento de sus startups y la potencia de su ecosistema emprendedor. El proceso de transformación digital, acelerado por la pandemia, multiplica las oportunidades y abre la puerta a la internacionalización para su participación en las cadenas globales de valor.
Durante los últimos cuatro años surgieron un conjunto importante de empresas que aprovecharon muy bien la internacionalización y el acceso a capital de riesgo. Según el BID, hay 1.005 empresas tecnológicas nacidas en América Latina que facturaron más de $1 millón. Incluyen 40 compañías con un valor de más de $ 1 mil millones (UNICORNIOS). El valor del ecosistema latinoamericano se multiplicó por 32 veces en la última década. Con estas inversiones, varias de ellas lograron el estatus de "unicornio" en 2021, Bitso, Clip, Tiendanube y Ualá.
Estas empresas dinámicas crecen rápido y suelen generar empleos de hasta tres veces más calidad que el promedio. Duplican su tamaño en poco tiempo y mantienen niveles muy altos de innovación y competitividad a lo largo de los años. Sólo en América Latina generan más de 245.000 empleados de manera directa, además del empleo indirecto que generan y el valor que agregan a cientos de miles de personas. De aquí la importancia de crear más tecnolatinas y unicornios, más allá del valor de la compañía.
La velocidad del cambio tecnológico, con ciclos de vida de productos y modelos de negocios cada vez más cortos, obliga a desarrollar iniciativas de innovación rápida para no quedar rezagados ante la competencia. Las estrategias de innovación abierta ocupan un lugar central en la hoja de ruta de la mayoría de las grandes empresas y las iberoamericanas no son la excepción.
Las corporaciones abren las puertas de sus laboratorios de I+D para invitar a resolver y desarrollan alianzas con startups. Estas alianzas, de mutuo beneficio, permiten a la gran empresa contar con el dinamismo, creatividad e impulso innovador de los startups, aportando a estas nuevas empresas el apoyo, financiamiento y networking de una gran organización consolidada.
Las grandes empresas desarrollan sus propios instrumentos de inversión para desarrollar startups que potencien su cadena y propuesta de valor a partir de la innovación abierta. La adopción del corporate venturing —la colaboración entre empresas establecidas y start-ups innovadoras— se ha cuadruplicado entre empresas en todo el mundo durante los últimos siete años. Se calcula que más de quinientas empresas de Iberoamérica ya están implementando estrategias de innovación abierta e invirtiendo en startups, entre ellas Petrobras, Bimbo, Merck, Falabella, Itaú e YPF. Todavía hay un largo camino por recorrer y muchas oportunidades en acercar los instrumentos de inversión y de innovación abierta de grandes empresas europeas a los ecosistemas emprendedores latinoamericanos.
La búsqueda de la creación de valor compartido y la necesidad de incentivar el triple impacto (ambiental, social y económico) impone una relación muy estrecha entre la innovación abierta como filosofía de trabajo e instrumento de incubación y aceleración, con la sostenibilidad y el desarrollo de cadenas de valor sustentables.