Jornada sobre el verdadero valor de un laudo arbitral, su reconocimiento y ejecución
Organizada por el Centro Iberoamericano de Arbitraje-CIAR junto a la Ordem dos Advogados do Brasil y su Cámara de Mediación, Conciliación y Arbitraje (CAMCA), en colaboración con el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
El encuentro, moderado por el presidente de CIAR, Javier Íscar y por la vicepresidenta de CAMCA, Eliana Baraldi, será clausurado por el secretario permanente de CEIB, Narciso Casado y el asesor de Políticas Públicas y Fortalecimiento Institucional de SEGIB, Alejandro Kawabata.
Madrid, 25 de marzo de 2021
Expertos de Brasil debatieron y analizaron el verdadero valor de un laudo arbitral, su reconocimiento y ejecución, durante una jornada virtual organizada por el Centro Iberoamericano de Arbitraje-CIAR junto a la Ordem dos Advogados do Brasil y su Cámara de Mediación, Conciliación y Arbitraje (CAMCA), en colaboración con el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
Bajo el lema: “El verdadero valor de un laudo arbitral. Reconocimiento y ejecución”, expertos en esta materia hablaron sobre el reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros sobre la perspectiva de España, Europa y Brasil, así como del Acuerdo de la OAB e implicación en la iniciativa CIAR, y la organización, estructura y actuación de la Cámara de Mediación, Conciliación y Arbitraje.
Participaron en el encuentro, moderado por la vicepresidenta de CAMCA, Eliana Baraldi, el presidente de CIAR, Javier Íscar; la presidenta de CAMCA OAB Sao Paulo, Vero Monteiro de Barros; la secretaria general adjunta, Margarete de Cassia Lopes; el socio de Tozzini Freire Advogados, Fernando Eduardo Serec; y el árbitro independiente, Miguel Ángel Serrano. Clausuraron el acto el secretario permanente de CEIB, Narciso Casado y el asesor de Políticas Públicas y Fortalecimiento Institucional de SEGIB, Alejandro Kawabata.
Inauguración
El presidente del Centro Iberoamericano de Arbitraje, Javier Íscar, sostuvo que el Centro Iberoamericano de Arbitraje-CIAR tuvo desde el principio el pleno apoyo de la Ordem dos Advogados do Brasil (OAB) y, a día de hoy, cuenta con alrededor de 70 asociados, que hacen de la institución un referente del arbitraje internacional en la región. Es un centro que nace de y para Iberoamérica, sin prevalencia de unos países sobre otros. CIAR es también el único centro de arbitraje que nace de los mandatos de los jefes de Estado iberoamericanos en base a la propuesta de sus asociados honorarios, entre los que se encuentra la Secretaría General Iberoamericana-SEGIB. Javier Íscar aprovechó también la ocasión para recomendar a las empresas iberoamericanas que incluyan la cláusula CIAR en sus futuros contratos con, ya que en su opinión es “una cláusula segura y de confianza”.
Cámara de Mediación, Conciliación y Arbitraje-CAMCA
La presidenta de la Cámara de Mediación, Conciliación y Arbitraje (CAMCA), Vera Monteiro de Barros, aseguró que la Institución trata de resolver todo tipo de controversias a través de la conciliación, la mediación y el arbitraje. Se centran, explicó, en disputas que surgen entre las sociedades de abogados y sus miembros, y en todo lo referente a la disolución de las mismas. La cámara, informó, ha administrado hasta el momento 95 procesos desde su creación en 2003, y los procedimientos se gestionan desde un comité de coordinación. Monteiro de Barros subrayó que la CAMCA cuenta con 67 árbitros y 49 mediadores, gracias a los cuales en 2020 se iniciaron 8 procesos nuevos de arbitraje y 3 mediaciones. Mencionó, además, el arbitraje es, sin duda, una herramienta recomendada y de gran utilidad para la resolución de conflictos, pero desde la CAMCA se pretende incentivar la mediación, pues hasta ahora ha dado muy buenos resultados.
El socio de Tozzini Freire Advogados, Fernando Eduardo Serec, por su parte, hizo un repaso a la situación actual del reconocimiento y la ejecución de los laudos extranjeros en Brasil, e informó de algunas críticas desde la comunidad internacional de arbitraje al país, debido a la escasa aplicación o referencia a la Convención de Nueva York en decisiones judiciales, incluso en laudos extranjeros. Serec puntualizó que apenas uno de cada seis procesos arbitrales analizados en Brasil aplica los principios de la Convención. No obstante, argumentó que las cortes judiciales del país si utilizan en numerosas ocasiones todo lo aprendido allí.
Reconocimiento y ejecución de sentencias
Por lo que se refiere al reconocimiento y ejecución de las sentencias, el vicepresidente del Consejo Arbitral en la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Serrano, se centró durante su intervención en el reconocimiento y ejecución de los laudos arbitrales extranjeros en España y a nivel europeo. En este sentido, profundizó en mayor medida en los laudos extranjeros dictados tanto en el ámbito del arbitraje comercial, como en el de inversiones. Analizó, además, ciertos aspectos del contexto normativo e hizo mención a la doctrina jurisprudencial citando algunos casos recientes (españoles y de otros países europeos). En lo referente al arbitraje de inversiones, hizo un repaso a la situación europea tras los casos “Micula” y “Achmea”.
Clausura
El secretario permanente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos-CEIB, Narciso Casado, destacó que en la era post COVID se han incrementado los riesgos, las contingencias y la incertidumbre en las relaciones contractuales y por ello el sector privado en la región iberoamericana demanda mayor seguridad jurídica, más estabilidad y más eficiencia en los procesos. En este contexto, indicó, el arbitraje surge como una herramienta de resolución de conflictos que dota de seguridad a inversores y comerciantes, mediante la oportunidad de resolver con celeridad las diferencias, tensiones y disputas que puedan surgir, y que además se ha facilitado gracias al proceso de transformación digital, simplificando trámites y extendiendo plazos. Esto permite que “las empresas puedan seguir apostando por su internacionalización y para proporcionarles una mayor seguridad y familiaridad con el entorno jurídico internacional”, puntualizó.
Casado recordó que, en unas declaraciones hechas al diario El Mundo, el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, aseguró que la recuperación económica pospandemia vendrá a través del fomento de la competencia empresarial de las compañías privadas. Brasil, explicó, está inmerso en un proceso de aprobación de reformas, tales como el nuevo marco fiscal para controlar el gasto público, las normativas para saneamiento y el sector eléctrico, o las privatizaciones de Correios y Eletrobras, símbolos de la apuesta del Ejecutivo brasileño por el crecimiento económico, gracias a las alianzas público-privadas y a las inversiones del sector empresarial. Es en este proceso reformador, puntualizó, en el que surge la urgencia de contar con un mecanismo de resolución de conflictos que agilice y facilite la operativa comercial e inversora de las empresas, que se ha visto afectada durante la pandemia por la aparición de desacuerdos contractuales, y en la que aparece CIAR en su apuesta por el arbitraje.
Casado abogó también por la necesidad de ratificar el Acuerdo Comercial UE-Mercosur, vital para reducir barreras comerciales, promover valores conjuntos como el desarrollo sostenible y las buenas prácticas regulatorias, y crucial para crear un marco normativo que favorezca el comercio e inversión. Por otro lado, destacó que en el próximo Encuentro Empresarial Iberoamericano, que se celebrará a los días 19 y 20 de abril en Andorra, habrá un eje temático dedicado al arbitraje internacional, bajo el lema “La resolución de conflictos en el nuevo paradigma del desarrollo sostenible”. Se abordarán, entre otras cuestiones, la eficiencia, especialización e imparcialidad del arbitraje internacional, la innovación como herramienta para la resolución de conflictos o las iniciativas de mediación en las relaciones comerciales transnacionales, informó. “La inclusión de este panel en el Encuentro supone un nuevo hito en la excelente relación que mantienen CEIB y CIAR, y que ha ido reforzando desde su creación en 2015”, declaró.
El asesor de Políticas Públicas y Fortalecimiento Institucional de SEGIB, Alejandro Kawabata destacó que los 22 países al otro lado del Atlántico responden a una misma concepción del Derecho. Sin embargo, señaló, la gran mayoría de los conflictos en materia comercial que se producen entre empresas iberoamericanas se siguen resolviendo mediante mecanismos que, aunque gozan de un gran prestigio, son ajenos a la región. Utilizan, explicó, procedimientos menos afines a nuestra cultura jurídica, los árbitros en la mayoría de los casos no son iberoamericanos, los costes son significativos y los plazos de resolución prolongados.
Según Kawabata, cuando se creó el Centro el principal objetivo fue es de reforzar y difundir nuestra cultura jurídica común, fortalecer nuestras lenguas y reconocer la calidad de nuestros profesionales del Derecho, asumiendo que tenemos las condiciones necesarias para resolver nosotros mismos nuestros propios conflictos. Por eso, informó, CIAR ofrece un mecanismo ágil, poco burocratizado e incluye una amplia gama de árbitros iberoamericanos de máxima calidad y designados con transparencia. Otro punto a favor del Centro, puntualizó, es que desde el principio se tuvo en cuenta la situación de las pymes, ya que muchas de ellas no contaban con los recursos o mecanismos adecuados para resolver los conflictos. Y todo ello, aseguró, gracias al impulso que se le dio desde el sector privado.
Kawabata informó de que CIAR se creó con el respaldo y apoyo de SEGIB como organismo intergubernamental, pero el origen de este mecanismo tiene como punto de partida el acuerdo entre las cámaras de comercio, industrias, organizaciones empresariales y los colegios de abogados de todo Iberoamérica. De hecho, recalcó, las razones que les llevaron a impulsar CIAR siguen tan vigentes como entonces, con el firme convencimiento de fomentar nuestra cultura jurídica y nuestra voz en el contexto internacional. En relación a esta idea, concluyó su intervención citando al escritor Carlos Fuentes: “La unidad cultural del mundo iberoamericano nos impone como precio de entrada el derecho de hablar junto con la obligación de actuar. La palabra exige la acción, pero la acción requiere la palabra. Ambos, palabra y acción de Iberoamérica, tienen un lugar en el gran diálogo del mundo. No hay discurso sin nuestra voz, hagámoslo escuchar”.