Arbitraje iberoamericano, una apuesta de SEGIB, CEIB y CIAR
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand; y el presidente del Centro Iberoamericano de Arbitraje-CIAR, Javier Íscar, inauguraron una jornada en CEOE sobre el arbitraje iberoamericano y la importancia de seguir apoyando este instrumento, que ha resultado ser el más eficaz y seguro para la resolución de conflictos en la región. Además, se dio a conocer el trabajo que se realiza desde CIAR, como centro de referencia en el espacio iberoamericano.
Madrid 26 de octubre de 2022
El secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand; el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, y el presidente del Centro Iberoamericano de Arbitraje-CIAR, Javier Íscar, inauguraron una jornada en CEOE sobre el arbitraje iberoamericano y la importancia de seguir apoyando este instrumento, que ha resultado ser el más eficaz y seguro para la resolución de conflictos en la región. Además, se dio a conocer el trabajo que se realiza desde CIAR, como centro de referencia en el espacio iberoamericano.
Intervinieron también en la jornada el director de Asesoría Jurídica en Sacyr, Fernando Díaz; el responsable de Litigios en el Grupo Iberdrola, Antonio Muñoz-Murillo, y la directora de Asesoría Jurídica de Ecoembes, Dorleta Vicente. Este panel titulado “El arbitraje ante una nueva realidad internacional” estuvo moderado por la presidenta del Consejo Consultivo de CONFIEP y vicepresidenta de CIAR España, María Isabel León.
El arbitraje, instrumento clave en la internacionalización de las empresas
El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, destacó en su intervención la importancia del trabajo que realiza el Centro de Arbitraje Iberoamericano-CIAR, por su sólido compromiso de desarrollar e implementar en el ecosistema empresarial de la región una herramienta eficaz y segura para dar respuesta a las necesidades y retos derivados de las actividades de las empresas. “En el contexto actual en el que estamos inmersos, ha quedado patente la necesidad de, entre todos, hacer lo posible por superar los conflictos naturales que van surgiendo, especialmente cuando una empresa aborda la difícil tarea de acceder a nuevos mercados, exportar e invertir”, consideró. No cabe duda de que, en la situación en la que nos hallamos, se producirá un incremento en las diferencias y desacuerdos entre empresas, que habrá que tratar de resolver de la mejor manera posible, interpretando los compromisos contractuales y evitando recurrir a procedimientos judiciales que, en muchas ocasiones, son prolongados en el tiempo y altamente costosos.
En este sentido, Garamendi informó de que existe un número cada vez mayor de empresas que están incluyendo la “cláusula CIAR” como mecanismo de resolución de conflictos, una cláusula que compartimos y por la que abogamos las instituciones que forman parte del Centro. “Los empresarios iberoamericanos y sus 24 organizaciones representativas que forman parte de CEIB, nos sentimos muy satisfechos de poder disponer de un sistema de resolución de conflictos seguro y neutral, determinante para el buen desarrollo del comercio interregional, basado en la cultura jurídica común de los países iberoamericanos y que beneficia especialmente a las pequeñas y medianas empresas, quienes como todos sabemos, representan la mayor parte del tejido empresarial de la Región y son responsables de la mayor parte de la creación de empleo”, declaró.
CIAR, referencia en el arbitraje iberoamericano
Para el presidente de CIAR, Javier Íscar, el Centro Iberoamericano de Arbitraje está llamado a ser el Centro de Arbitraje natural de todas las relaciones comerciales entre empresas de los 22 países iberoamericanos. “Tener el apoyo de la Secretaría General Iberoamericana- SEGIB, de la Conferencia de Ministros de Justicia Iberoamericanos-COMJIB y la apuesta de la abogacía iberoamericana y de las empresas de la región con el Consejo de Empresarios Iberoamericanos-CEIB y la CEOE, ofrecen esa dosis de confianza necesaria para que la cláusula Arbitral CIAR se incluya en miles de contratos cada semana”, sentenció.
Asimismo, Íscar asegura que detrás de una transacción comercial debe haber una cláusula contractual y en este ámbito CIAR ocupa ya un lugar muy importante. En este sentido, las empresas son la esencia de la misión del centro, hay que escucharlas y comprender como se desarrolla su labor para proceder a una resolución adecuada de los conflictos.
Estado de Derecho y seguridad jurídica, claves para el comercio y la inversión
El secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand, a su vez aseguró que si uno mira a la región ve tanto fortalezas como debilidades, y una de ellas es la tendencia de bajo crecimiento desde hace unos años. El problema es que “cuando el crecimiento es modesto, el progreso también lo es”, y para solucionarlo es primordial la inversión y el comercio. Las exigencias para hacer realidad ambos factores es el Estado de Derecho y la certeza jurídica; y para garantizar este último elemento, según Allamand, es imprescindible la estabilidad de los marcos regulatorios, no solo las leyes, sino también reglamentos, decretos y órdenes administrativas. Las principales amenazas en el escenario actual son el contexto político cuando no se adecua a los marcos regulatorios; y la interpretación que las autoridades hacen de las leyes y las normas, que en todo momento debería ser la idónea.
Sin mecanismos adecuados para la resolución de controversias y sin los marcos regulatorios adecuados, puntualizó Allamand, no habrá certeza jurídica. Por eso es clave impulsar a CIAR, añadió, ya que ejerce de intermediario para garantizar el comercio y la inversión a través de la seguridad jurídica. Esta institución, informó, tiene árbitros y especialistas reputados y una cultura común, que hacen que CIAR sea el centro de referencia para operar dentro de la región y para la región. Además, subrayó, hay que tener en cuenta que el arbitraje se usa solo principalmente por las grandes empresas, cuando las pequeñas y las medianas son en realidad las que más necesitan esta herramienta, en gran parte por su falta de recursos. “La comunidad iberoamericana está viva, tiene un andamiaje político e institucional; y, sobre todo una enorme vitalidad de organizaciones empresariales que contribuye al capital social de la comunidad”, concluyó.
El arbitraje ante una nueva realidad internacional
En el panel “El arbitraje ante una nueva realidad internacional”, moderado por la presidenta del Consejo Consultivo de CONFIEP (Perú) y vicepresidenta de CIAR, María Isabel León, el director de Asesoría Jurídica en Sacyr, Fernando Díaz; el responsable de Litigios en el Grupo Iberdrola, Antonio Muñoz-Murillo, y la directora de Asesoría Jurídica de Ecoembes, Dorleta Vicente, pusieron el valor el uso del arbitraje en el espacio iberoamericano para resolver las diferentes controversias.
Los ponentes destacaron que la cláusula arbitral es de especial relevancia cuando se pretende invertir en el extranjero, pues tener un método para resolver conflictos permite operar con tranquilidad. Una democratización de este mecanismo podría estimular las inversiones de empresas más pequeñas. En un momento de inseguridad jurídica derivada de los nuevos paquetes regulatorios en el marco de la crisis energética, el arbitraje se convierte en una herramienta útil para compensar la incertidumbre a la hora de realizar una gran inversión y para compensar la injerencia de algunos gobiernos en las instituciones públicas y en el sector privado. En el caso de las empresas constructoras los problemas derivados de la inseguridad jurídica se presentan con frecuencia una vez terminada la obra, añadiendo un factor de incertidumbre que conviene tener en consideración.
En este sentido, CIAR se presenta como una opción para aplicar la cláusula y resolver conflictos con una entidad iberoamericana con un sistema familiar para la región, y no mediante un ente ajeno. El arbitraje no tiene sólo una gran implantación en la gran empresa; las instituciones públicas, especialmente en Latinoamérica, ya utilizan esta herramienta para evitar mayores costos y complicaciones. Sin embargo, el arbitraje es aún muy costoso para pymes y, por lo tanto, la mayoría no lo contempla como una opción.